
Si has visto contenido del resto de la web, de las cuentas de Instagram o de Youtube, ya te habrás fijado que hago énfasis en entrenar poco, intenso y despacio. En esta pantalla vamos a explicar por qué entrenar lento para ser rápido.
Los motivos principales son dos: la salud articular y la eficiencia en el entrenamiento.
Salud articular

Cuando mueves una carga, la desplazas ejerciendo fuerza. El objetivo principal es que esa carga se desplace con la fuerza ejercida por tus músculos. Cuando la aceleración pasa un punto determinado, incrementa el nivel de otra fuerza que no es la muscular: la inercia. Esto es resistencia al cambio. Es decir, cuanto más se acelere una carga, y más velocidad se le imprima, la inercia será mayor. La resistencia al cambio de estado será mayor. En este caso no nos interesa que haya una gran resistencia al movimiento y a los cambios de sentido, porque todo el exceso que exista no lo va a soportar la musculatura. Lo va a soportar tu articulación. Puedes ver un ejemplo en este vídeo de Kike Martín.
Eficiencia en el entrenamiento

Si eliminas cualquier tipo de fuerza externa que alivie el trabajo muscular, toda la fatiga se concentrará en tu musculatura. Esto es el punto clave que permite no exceder el número de series ni de repeticiones. Para un objetivo de mejora de la salud, no es necesario hacer más series una vez se llega al fallo muscular. Si toda la fatiga recae en el músculo, y no recibe ninguna ayuda de otras fuerzas externas, antes reclutas todas tus fibras. Antes fatigas. Antes llegas al fallo y antes se termina el entrenamiento. Dime si no eres más rápido ahora. ¡Objetivo cumplido!

Un ejemplo más gráfico de lo que le sucede a tu articulación cuando se acelera un peso, podría ser cualquier vídeo que escojas ver de los test que les hacen a los coches. Cuando chocan a 50 km/h y cuando chocan a 120 km/h y las diferentes consecuencias. Aparentemente, cuando desplazas una carga parece no haber ningún choque. Pero en el vídeo de Kike verás que, si no sujetas la carga con la mano, su inercia la haría seguir con el recorrido. Es la mano la que impide que no siga su recorrido, y en ese espacio recorrido la musculatura se destensa, cayendo la mayor parte de la fuerza externa sobre tu articulación.

Por último, otro aspecto importante que nos aporta beneficio el hecho de entrenar lento, es en la conexión mente músculo. La consciencia en el entreno. Ser consciente de cada centímetro moviendo una carga nos hará ser mucho más eficientes y más seguros a la hora de entrenar. No perder la técnica, ni caer en malos gestos, es el cinturón de seguridad para reducir al máximo el riesgo de lesión en el ejercicio.
Una vez alcanzado el primer objetivo en la realización del ejercicio, la velocidad, vamos a la próxima pantalla donde veremos cómo pequeños cambios pueden generar grandes resultados.